Cómo no perderte en el mapa de Cuba
Cuba, una isla, 1000 kilómetros de largo y 200 km en su parte más ancha, ¿qué puede salir mal? Al contrario del pensamiento común entre quienes visitan la mayor de las Antillas, el territorio cubano no se ciñe únicamente a playas paradisíacas.
Es, gracias a su ubicación, geografía y condiciones meteorológicas un país repleto de joyas naturales, en ocasiones desconocidas o difícilmente accesibles.
Cuba se puede visitar por carretera y como no es muy grande se puede viajar a varios sitios en un mismo día. Hasta que cayó la URSS, los soviéticos financiaron una autovía de ocho carriles que debía cruzar todo el país, pero sólo llegó hasta Taguasco, en la provincia de Sancti Spiritus, unos 350 km desde la capital.
Esa vía debía tener capacidad para poder aterrizar aviones militares, por eso su tamaño. Al llegar al final debemos pasar a la carretera central, que pasa por todos los municipios y es de sólo dos carriles. Pero en realidad es parte de la magia para el turista.
Las condiciones de las carreteras cubanas no son las mejores. Hay que ser prudente y aminorar la velocidad porque el asfaltado no es bueno, hay baches, tierra y piedras. En algunas zonas no hay medianera entre sentidos.
Otra opción y la más segura es el avión, hay rutas que conectan las principales ciudades del país aunque no todos los días. Para viajar en avión habrá que cuadrar bien el calendario.
Hay vía ferroviaria pero no es recomendable. El servicio es lento, antiguo, lleno de averías, poco puntual y a veces peligroso. Lo mejor sería descartar el tren.
Para entender el mapa de Cuba, hay que saber que, además del archipiélago, está formada por diversas islas, más o menos pequeñas, algunas de las cuales están despobladas. Otras están unidas al archipiélago mediante carreteras, como es el caso de los cayos del norte.
Los cubanos distinguen entre occidente, capital, centro y oriente para referirse a las diferentes partes del país. Por supuesto cada región tiene unas características propias que la hacen diferente al resto.
Hasta 1970, el mapa político de Cuba incluía tan sólo seis provincias. Desde 2010 son quince, más el municipio especial de Isla Juventud, tras la modificación de la Ley de División Política Administrativa de 1976.
Playa y naturaleza
Lo normal es que un viaje a Cuba comience o termine en La Habana, pero para realmente conocer el país hay que visitarlo todo. ¿Y por qué motivo? Pues porque el mapa de Cuba ofrece maravillas naturales en cada una de sus esquinas.
Por ejemplo, en el extremo más occidental del país está la Península Guanahacabibes, un lugar alejado de las urbes, natural, protegido y un mundo en sí mismos con cientos de aves y plantas.
Iniciando el camino La Habana, por la costa norte, enfrente está Cayo Levisa, una isla aislada sólo conectada por ferry, disfrutada sobre todo por los amantes del buceo.
Siguiendo el camino hacia la capital está el Valle de Viñales, un paisaje impresionante, custodiado por los mogotes, pequeñas montañas que guardan cuevas y ríos subterráneos al lado de las plantaciones de tabaco y las palmeras.
La Habana es obligatoria. Hay que perderse entre sus calles y dejarse conquistar por la magia de su gente y la luz de la ciudad. Hay que disfrutar también de sus playas y llegar hasta Varadero, el centro turístico por excelencia en Cuba.
Desde aquí podemos volar a uno de los lugares más paradisíacos del Caribe. En el sur de la isla, frente a la costa está Cayo Largo del Sur, que nos espera con arena blanca y agua cristalina. Justo enfrente está la protegida reserva natural Ciénaga de Zapata, un lugar inmenso para visitar y disfrutar.
De vuelta al norte están los Jardines del Rey, un conjunto de cayos unidos con el resto de la isla mediante carreteras construidas sobre aguas poco profundas. Son lugares calmados, donde el tiempo no pasa, ideales para descansar, disfrutar del paisaje y bucear. Aquí está la playa Pilar, una de las mejores del país.
Sin siquiera haber llegado todavía al centro del país, parece que el viaje es mucho más largo de lo esperado ¿no?
Llegado al centro del país
De nuevo, viajamos al sur, a Trinidad, una de las ciudades coloniales mejor conservadas de América. Es coqueta, con sus adoquines, palacios y casonas rehabilitadas. Forma parte del Valle de los Ingenios, incluido como Patrimonio de la Humanidad en 1988. Fue en su momento una región con una de las mayores industrias azucareras. La riqueza que trajo dejó bellas casas y gigantes haciendas protegidas.
Todo está queda al lado del Gran Parque Natural Topes de Collantes, donde encontramos mucho verde, rutas para caminar, lagos, cascadas, aves, cavernas, piscinas naturales, montañas... Es difícil abandonar este lugar.
En el norte de Camagüey podemos seguir disfrutando de algunos de los cayos de Jardines del Rey. A Camagüey pertenece la preciosa playa Santa Lucía, cuyo valor se incrementa por la presencia de la segunda mayor barrera de coral del mundo.
Más al sur, casi hasta el final de la isla, nos topamos con el Parque Nacional Turquino. Aquí está Sierra Maestra, conocida por ser el lugar donde Fidel Castro se escondió antes de hacerse con el control del país. El pico Turquino es el más alto del país con 1975 metros.
En su extremo oriental queda la ciudad de Santiago de Cuba, la segunda en importancia del país, con historia y una de las perlas arquitectónicas de la isla. El Castillo de San Pedro de la Roca es Patrimonio de la Humanidad y permite divisar toda la bahía.
Esta es una zona de parques naturales, que sin embargo se hace pobre según nos acercamos a su parte más oriental. Está el Parque Nacional la Mensura, el de Gran Piedra y el de Pico de Cristal.
Pasando este último parque está el Cayo Saetía, un islote maravilloso rodeado por aguas transparentes que contiene especies únicas en el país. No se puede visitar sin guías ni transporte.
Tratando de llegar al final de la isla pasamos por el Parque Nacional Alejandro Humboltd, una biosfera en el que se encuentra el 2% de las especies de flora de la Tierra. Está cerca de Baracoa, una de las poblaciones más afectadas por los huracanes.
Esto es sólo un resumen rápido y de lo más importante de todo lo que puede ofrecer Cuba. El tiempo necesario para visitarlo depende de cuánto quiera aprender y disfrutar de esta tierra cada uno.
