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Maceo en Santiago de Cuba

La increíble Plaza dedicada a Maceo en Santiago de Cuba

Para quien llegue a Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de la Isla, resulta casi imposible no avistar en algún momento de su trayecto La Plaza de la Revolución Antonio Maceo, un conjunto escultórico que atrapa la visibilidad del transeúnte desde distintos ángulos citadinos.

Se trata de la obra monumental más significativa de todo el siglo XX, de cuantas se ejecutaron en esta ciudad, y fue erigida justo en la entrada de la urbe. Como su nombre lo indica rinde homenaje al lugarteniente general del ejército mambí Antonio Maceo, uno de los tres próceres más importantes de la historia cubana.

De tal suerte su centro está dominado por la estatua ecuestre más alta de todo el Caribe, con unos 16 metros de altura sobre su base. Esta explanada ocupa más de 54 mil metros cuadrados de modo que alcanza una capacidad probada para más de cinco mil personas.

Dicho conjunto monumental además de la obra ecuestre con la figura de Maceo, se ve completado por 23 machetes que se alzan erguidos, y que recuerdan la fecha del 23 de marzo de 1878, cuando al no aceptar la paz propuesta por la corona española, se reanudó la lucha independentista tras la Protesta que protagonizara Maceo en los Mangos de Baraguá.

En uno de los laterales de la Plaza se encuentra también La Llama Eterna de la Patria en memoria de los mártires, y que exhibe las dos distinciones que sólo posee la ciudad de Santiago: la Estrella de Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo.

Igualmente llama la atención una alta tribuna, el Salón de Protocolo con su vistoso y colorido vitral de nueve metros cuadrados, y una sala de Exposición Holográfica, en la que pueden apreciarse objetos y documentos pertenecientes en vida al Titán de Bronce.

La gran escultura de Maceo es obra del escultor santiaguero Alberto Lescay, mientras que los machetes surgieron gracias a la creación del también conocido artista de la plástica oriental G. Ferrer.

La Plaza de la Revolución santiaguera forma parte de la historia de Cuba, pues sucesivamente ha sido escenario de desfiles, presentaciones de artistas y otros relevantes acontecimientos sociales, culturales y religiosos.

Desde este lugar el 24 de enero de 1998, el Papa Juan Pablo II coronó a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, durante la primera visita de un papa a suelo cubano.