Un mosaico de imágenes maravillosas de la antigua Villa de la Santísima Trinidad, ciudad colonial que aún conserva los encantos de hace cinco siglos
- Cuenta la leyenda que en uno de los aposentos del Palacio el marqués de Guáimaro Mariano Borrell y Lemus mandó a pintar un diablo. Al morir, sus descendientes se dieron a la tarea de pintar la pared una y otra vez para eliminar la figura del demonio, pero, pues una y otra vez la imagen diabólica volvía a salir a la superficie.
A tan solo 12 kilómetros de Trinidad, uno de los destinos turísticos más cotizados de Cuba, se encuentra la playa Ancón, un litoral de finas arenas blancas y aguas turquesas de cinco kilómetros de extensión, ubicado en la homónima Península, en la costa sur de la provincia de Sancti Spíritus.
- Hasta en un día lluvioso y sin sol la belleza de Trinidad basta por sí sola para iluminar los ojos de sus visitantes y continuar haciéndose brecha sin titubeos entre los destinos turísticos preferidos de Cuba año tras año, estación tras estación.