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El Templete

El Templete, historia y mitos de un lugar sagrado

Descubre el sitio exacto donde fue fundada por los españoles la increíble ciudad de La Habana, capital de Cuba.

En la vetusta Plaza de Armas, de La Habana Vieja, circundada por las calles Baratillo, O´Reilly y Enna se ubica una diminuta construcción neoclásica, que nos despierta la ilusión de viajar por unos instantes al pasado.

La leyenda reza que fue justo en este lugar se celebró al pie de una frondosa ceiba que estuvo hasta 1753, la misa fundacional y el cabildo, una vez instaurada allí la Villa de San Cristóbal de La Habana.

 

El Templete

 

Aquel acto protocolar consistió en una misa que el obispo Espada, máxima autoridad religiosa de la isla, y a la que asistió el Capitán General y demás autoridades eclesiásticas, civiles y militares de la naciente villa, así como otras personas importantes de la misma.

Cortinas, iluminaciones y diversos festejos populares acompañaron durante tres días la inauguración de este monumento, uno de los pocos fundacionales que posee La Habana.

No en balde muchos le otorgan a esta primera misa la virtud de constituirse como el acontecimiento fundacional de la villa. La inauguración del Templete, en homenaje a la reina Josefa Amalia esposa del monarca Fernando Séptimo.

La dama fue retratada por Juan Bautista Vermay, un pintor francés que legó a la posteridad grabados en lienzos el acto de bendición del lugar y la misa del obispo de Espada, en presencia del Capitán General y altos funcionarios del gobierno colonial.

Todavía hoy se conserva en el interior del templo esta obra junto con otras dos que representan la advocación a la primera misa y el primer cabildo. Por ello, los restos del artista reposan en El Templete, custodiados también por las cenizas de su esposa.

 

El Templete

 

 

Hoy, cada 15 de noviembre los habaneros van al Templete para festejar un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad. Según se dice llegar hasta la ceiba de este lugar es un buen augurio para proyectos futuros.

Pero no solo es llegar, luego se deben dar tres vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj, luego se lanza una moneda y se pide fervientemente un deseo que se debe cumplir en ese mismo año.

Testigo secular del paso de los españoles por esta Isla durante el período colonial, El Templete se hace notar por su sencillez constructiva, pero con un marcado carácter monumental a la vez. Sorprende por su fachada, compuesta de un pórtico con columnas dóricas que a su vez sostienen un friso y un frontón adornados donde puede leerse una alegoría al momento fundacional de la capital cubana.

El espacio, circundado por imponentes cancelas de hierro rematadas con puntas de lanza en bronce, dispone de unos pilares coronados con piñas, lo cual le otorga al pequeño templo un indudable aire tropical y criollo.

Este monumento de estilo colonial, inaugurado el 19 de marzo de 1828, guarda en su interior una imponente columna de tres caras, llamada Columna de Cajigal que era el apellido del gobernador Don Francisco Cajigal de la Vega, quien ordenó su construcción para colocar en la cúspide una imagen de la Virgen del Pilar.

El Templete en el año 1982, mereció la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad y hoy continúa siendo uno de las edificaciones más queridas por los habaneros.

El templete es un vivo ejemplo de esa habana barroca, no en el concepto ortodoxo de la definición estilística, sino barroca por sus costumbres en una mezcla fabulosa que dio un resultado único.