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¡Impresionante! Recorrido por el Criadero de Cocodrilos de la Ciénaga de Zapata

El criadero de cocodrilos más grande de Cuba, dedicado a la protección, reproducción y comercialización de las especies cubana y americana, está ubicado en la Laguna del Tesoro en la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal de Cuba y Caribe declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, localizado 145 kilómetros al sur de la ciudad de Matanzas.

La caza indiscriminada de estos animales para comercializar su piel y carne comenzó a reducir de forma alarmante la cantidad de ejemplares en el país. Por tal motivo cerca de mil quinientos fueron llevados a la Ciénaga de Zapata donde se habilitó en un criadero en la década del sesenta, para que los animales pudieron reproducirse y multiplicarse.

En 1994 el CITES (por sus siglas en inglés): Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, autorizó que fue legalizada para el comercio esta granja criadero de reptiles cubana.

Criadero

Esta acción constituyó un modo de prevenir la matanza de animales libres, pues el criadero garantiza un suministro controlado de ejemplares a los comercios y artesanos para la producción de objetos hechos de piel de cocodrilo como cintos, carteras y otros y también para la alimentación humana.

Desde 2007 se desarrolla en la ciénaga un proyecto para preservar al cocodrilo cubano pues al mezclarse con el caimán americano surgió un híbrido y cada vez se hace más difícil diferenciar a las especies.

Colaboran en este importante programa científico especialistas de diferentes centros de investigación del país quienes ponen todo su empeño en preservar la pureza genética de la población de reptiles autóctonos de la isla, la cual está siendo amenazada por el cruzamiento.

Este proyecto es un buen intento de conciliar los intereses ecológicos con los comerciales y de conservar al cocodrilo cubano que de otra manera probablemente se hubiese extinguido.

Son realmente complejas las condiciones naturales en medio de las cuales los pescadores y criadores de estos reptiles realizan su trabajo, quienes ponen toda su dedicación en lograr una utilización sostenible de la cría e introducir lotes nuevos de ejemplares.

Resulta muy interesante el recorrido por el criadero, que se asemeja a un zoológico, donde puede observarse muy de cerca gran cantidad de cocodrilos, algunos gigantescos, en un medio semi natural, donde es posible además tomarse fotos y hasta acariciar a algún que otro pequeño ejemplar.