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La redonda

Laguna Redonda y sus canales verdes

La Laguna Redonda, en Ciego de Ávila, es uno de los sitios más bellos de toda Cuba. Se encuentra a unos ocho kilómetros al Norte de la ciudad de Morón y en la misma carretera que lleva a la cayería del polo turístico avileño.

Incuestionables valores naturales y una fauna silvestre, compuesta por especies endémicas y migratorias, la convierten en un lugar atractivo para los turistas que visitan el destino Jardines del Rey, ubicado a pocos kilómetros de ese paraje.

Formando parte del Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila, La Redonda debe su nombre a la configuración geográfica de su perímetro y su agua se torna de un color rojo oscuro, a veces más clara según la ubicación de los mangles rojo, negro y blanco que la circundan.

Abarcando un espacio nada despreciable, este lago también dispone de una gran población de truchas y biajacas, y es justamente allí donde se ubica el Centro Internacional de Pesca Deportiva, lo que convierte el espacio en una locación ideal para ser visitada por aficionados a esa actividad.

En sentido general los amantes de la naturaleza pueden deleitarse con este inquietante recodo verde del centro norte de la isla de Cuba. Los visitantes tienen la posibilidad de recorrerlo en barcazas o lanchas y explorar sus múltiples canales, admirando la vegetación que los rodea.

Precisamente entre ese exuberante arbolado destacan los algarrobos y cedros, muchas veces coronados por curujeyes, enredaderas y algunos hermosos ejemplares de orquídeas, así como diversas representaciones de la fauna endémica oriunda de la zona.

Entre esas especies se distinguen el pájaro carpintero, el arriero, la tojosa, el guanabá, el colibrí, el garzón azul y las colonias de termitas, que dan una belleza espectacular a ese punto verde de la geografía antillana.

Ya en sus profundidades existe toda una rica fauna, integrada, entre otras especies, por lisas blancas, manatíes, jicoteas, cocodrilos, anguilas, cuberas y biajacas criollas, especies que, según los arqueólogos, sirvieron de alimentación a la población aborigen.

Aquel aventurero que llegue hasta la laguna redonda puede maravillarse con la remota tranquilidad que transpira este lugar, así como en la poca explotación humana de los alrededores de este inigualable ecosistema insular.

Pero a pesar del sosiego y la paz que propicia este sitio es posible allí conseguir algunos platos deliciosos para degustar, como son las recetas a base de pescado, los cocteles, jugos de frutas y cafés.

Este sitio constituye una de las áreas protegidas del centro norte de Cuba, seleccionada, en 2012, por el Proyecto GEF/PNUD Sabana-Camagüey, como oferta extrahotelera para el disfrute del Turismo de Naturaleza con atractivos sostenibles, mediante múltiples y variadas opciones recreativas.

 

La redonda

 

Con unos cinco kilómetros de superficie, ese lago natural tiene una profundidad de apenas unos tres metros y cuenta con una exuberante vegetación de mangles, robles, cocoteros, palmas, guano, guásimas y yagrumas, las que sirven de hospedaje a plantas parásitas como curujeyes, guajacas, helechos gigantes y orquídeas de diversos tipos.

Este humedal lago alcanzó popularidad durante la década de 1980 cuando un grupo de pescadores estadounidenses capturaron cinco mil setenta y ocho peces en cinco días de pesca. Y es que Redonda un lago ideal para esa actividad o para acampar dedicándonos a la observación de aves.

No en vano hoy es un complejo turístico con un exuberante ecosistema, y diferentes ejemplares de la flora y la fauna, tanto endémica como migratoria, y como tal goza de buena aceptación entre los turistas, por la observación de aves acuáticas en un ambiente muy natural y beneficioso para la salud.